Benedicto y la cago:

El Papa Benedicto XVI citando a un emperador cristiano del siglo catorce diciendo que el profeta Mahoma solo había traído al mundo cosas malvadas e inhumanas. Musulmanes negaron éstas acusaciones raptando y matando monjas.

No me molestaré diciendo ni que solo los musulmanes extremistas son los que andan haciendo estas jaladas, ni tampoco acusaré al cristianismo de peores crimenes contra la humanidad, cosas que ya todos sabemos y como vi en una calcomanía... las religiones son cultos pero con muchos miembros. Mejor les contaré sobre mi amigui musulmán Mohammed.

El primer año que vine a vivir al norte de texas llegué y renté un departamento, mis vecinos eran de bangladesh, como al segundo día tocaron mi puerta para presentarse y decirme que si algún día necesitaba algo. Pensaban que era egipcio, pero al saber que yo era Mexicano y que batallaba en pronunciar sus nombres, los tres accedieron a que los llamara Mohammed, uno se llamaba Shubro, pero a los tres les terminé diciendo Mohammed. Buenos día Mohammed, como te fue en la escuela Mohammed, en donde trabajas Mohammed. Al parecer el segundo nombre de todos era Mohammed o tenían complejos Mesíanicos los tres.

Un día me invitaron a comer a su departamento, un arroz amarillo con pedazos de pollo, delicioso pero picoso, sudé de tanto picor y se rieron de mí, burlandose de que no que los Mexicanos eramos famosos por comer chile. Hubo muchas risas, sobre todo cuando vieron mi cara, algo totalmente inconciente que hice cuando los vi comiendo con las manos agarrando el arroz, dejando sus manos pintadas amarillas por el colorante y me ofrecieron cubiertos. Fue toda una experiencia, que me alegra haber tenido.

Me hice amiguis de uno de los tres, el que era de mi edad y un día accedí a ir a jugar raquetbol con él. Mohammed cabrón la armaba y me destrozó, al terminar todos sudados me preguntó que si no iba a ir a lavarme, porque al parecer ellos como no usan desodorante se lavan después de sudar. Le dije que no, gracias estaba bien. Al parecer se lavó solamente las orejas porque cuando nos subimos a mi camioneta todo el camino de regreso al departamento tuve que asomar mi cabeza como perro para que me diera aire y no muriera de asfixiación, no por nena, ni mamón, pero si no me hubiera muerto, o vomitado y eso se hubiera visto peor.

El día que me iba del departamento me volvieron a invitar a comer, les regalé dulces mexicanos, cajeta, la cual no me querían aceptar porque pensaban tenía leche de vaca porque uno de los tres era hinduista. Pero les aseguré que estaban hechos con leche de cabra. Tenía unas cervezas en mi refrigerador que nunca me acabé, y me puse a pistear afuera del depa fumando un cigarrillo. Llegó mi amiguis, y en mi ignorancia le pregunté que si me ayudaba a acabarmelas y me dijo que no podía, pero siguió ahí platicando conmigo hasta que aceptó una cerveza, no razoné que tomarse una cerveza para el era un boletito directo al infierno. Como sea, a las dos cervezas el wey ya andaba bien pedo diciendo que las religiones no valian verga y que las guerras eran puras pendejadas. Shit, se veia bien cagado el wey.